A-RÓ-RÓ-MI-NIÑO...

River se durmió una siesta en el segundo tiempo y Arsenal logró darlo vuelta con su goleador Casteglione y el paraguayo Núñez. El encuentro de ida de la Sudamericana quedó en Sarandí.
Mucha espectativa invadía Sarandí por la llegada del primer equipo grande a la nueva cancha, el Julio Humberto Grondona. Parece que ya su nombre ya empezó a dar miedo. En el estreno por la Sudamericana River dominó en la primera parte con su esquema defensivo y la inclusión llamativa de Ludueña. "Me sorprendió la presencia de Ludueña", declaró Burruchaga tras el encuentro. Fue el mismo hombre que cambió el funcionamiento de su equipo con las inclusiones de Mazzoni y Rivas, más hombres de ataque para llegar al empate. Fue así como River se fue desdibujando con un poco de Patiño y algo de la Gata Fernández, pero no mucho más. El gol de Maxi López en la primera etapa parecía exagerado a esa altura. Por eso apareció Casteglione, aque que le había clavado dos pepas a Banfield para eliminarlo en el Sur, volvió a gritar y marcar el camino. A falta de minutos para que finalizara el encuentro, una falta de Ledesma al borde del área sentenció la suerte del equipo de Astrada, a esa altura tan desesperado que varió su esquema e incluyó en la cancha a Tuzzio. Finalmente fue el paraguayo Núñez que con más de suerte que de buena pegada, decretó el delirio de Sarandí con el 2-1 final.
La revancha será en el Monumental, a esa altura River ya contará con Gallardo, Salas, Lucho y Mascherano. ¿Le alcanzará al Arsenal de Burru?