RENUNCIÓ BIELSA

Sorpresivamente, el entrenador de la selección argentina le puso fin a su ciclo a pesar del buen momento futbolístico y la reconciliación con la gente.
Así de loco es, de ahí su apodo. La noticia que conmovió al mundo del fútbol: Marcelo Bielsa había renunciado a la selección argentina. Todo tipo de especulaciones se hicieron hasta que llegó el momento de la conferencia de prensa, donde el técnico iba a explicar las verdaderas causas de su alejamiento de la selección. Que la relación con Julio Grondona, que le debían plata todavía de la vieja deuda del Mundial, que no aguantaba que los clubes europeos no cedieran a los jugadores, que la relación con la gente, que y que... Un sinfín de explicaciones trataban de buscar los periodistas que más cerca estuvieron del ciclo de Bielsa, como por ejemplo Mario Cordo, quien atónito ante la situación no podía disimular su tristeza por el alejamiento del técnico. Finalmente, Bielsa acabó con la ansiedad del periodismo y la gente y confesó que ya no tenía las ganas que demandaba el cargo de entrenador de la selección. Que se habia dado cuenta en el avión de vuelta desde Perú pero que ya era una idea que estaba latente en su cabeza. ¿Por eso festejó tanto el triunfo en Lima? Aclaró que si los resultados no hubiesen sido favorables, no abría dado un paso al costado. Que la consagración en Atenas fue el punto de inflexión condimentado por los 3 puntos logrados en la fecha pasada de las eliminatorias. Lo que no llegó a explicar porque no lo sabía o tal vez no quería hacerlo público fueron las razones por las cuales se quedaba sin energía, sin ganas, ésas que demandaban al entrenador en un 100% por ciento, lo mismo que pretendía él de sus futbolistas, por eso le abría parecido injusto no estar a la altura de los acontencimientos por ese desgaste producido vaya a saber por qué. ¿Habrá influido la relación con la gente justo ahora cuando estaba en la gloria y había cambiado su relación?
Todo muy raro. Pero lo que se confirma una vez más es que Bielsa es y será un tipo derecho, de códigos, que no tranza (como lo definió Juampi Sorín, uno de sus laderos preferidos). Y por sobre todas las cosas un hombre honesto, que no se perdonaría no estar a la altura de las circunstancias, resumido, estar por estar. Se va un tipo que pasó buenas y malas. Tal vez inmerecidamente por lo que consiguió más allá de los logros o fracasos deportivos. Hizo una gran eliminatoria para Corea-Japón 02´, consolidó al grupo en lo humano y cuando llegó a la máxima competencia hizo agua por morir con su librito. Por eso, inteligente como es, varió su esquema, reconoció sus errores, a pesar de seguir poniendo un derecho por izquierda, a Crespo tirándole centros a Saviola, etc. Renovó a esa camada de la selección, es decir, se habían terminado los Batistuta, Simeone, Burgos, Pochettino, Chamot, Piojo López (gracias a Dios), Gustavo López, etc. Llegaron los chicos con garra y ganas de triunfar: Lux, Coloccini, Mascherano, Lucho González, Tevez, Saviola, D´Alessandro, Chelito Delgado, Figueroa, Mariano González más el aporte de Abbondanzieri, alguien que hacía tiempo pedía pista y tuvo su oportunidad. Además se había bancado las durísimas críticas después del Mundial y pudo obtener el Preolímpico de Chile 04´ y ponerle la frutilla al postre con el oro en Atenas, algo que no se había logrado nunca. Capriotti podrá decir que no se jugó contra nadie, que Serbia y Montenegro o Australia no eran rivales, pero me gustaría verlo a él en una posición así. No nos olvidemos que estuviste preso por asociación ilícita, Capriotti. Dejémoslo ahí.
Lo único que podemos decir es que bien o mal, Marcelo siempre se brindó al máximo y vamos a extrañar hasta sus declaraciones decorosas, complicadas y que hasta a veces ni él entiendía. Un personaje por donde se lo mire. Dejaste tu huella Marcelo, gracias por todo.