EL FIN DEL REYNADO

Lamentablemente se nos fue uno de los mejores tenistas de la historia de nuestro país. A los 31 años decidió ponerle fin a una exitosa y luchadora carrera, tal como supo expresarse siempre dentro de la cancha.
David Nalbandian, aquel muchacho de Unquillo, Córdoba, que supo codearse con los top ten, que llegó a ser N° 3 del Mundo en el 06 y el as de espadas argentino en Copa Davis. Hincha de River, amante del rally, el golf y la pesca. Características de un ganador nato. Arrancó como profesional en el 2000 y ganó los torneos de Estirol y Basilea en el 02, año en el que fue finalista en Wimbledón. Claro, no solamente era jugador de polvo de ladrillo, sino que su entereza, entrega y sudor, se hacían presentes en cualquier superficie.
Logró el ATP de Munich en el 05 y en noviembre de ese año le robó el Masters de Shangai al Gran Roger Federer para hacer historia. Ese año se llevaría hasta los premios Clarín, la Copa Argentina, el premio Fox Sports y el Olimpia de Oro. En el 06 consiguió el Olimpia de Plata y ya en el 07 obtuvo el Masters de Madrid, París y nuevamente se llevó un Olimpia. Obtuvo el ATP de Bs. As. y el de Acapulco en el 08. El 09 lo arrancó con el torneo de Sydney pero una lesión lo alejó de las canchas hasta diciembre, cuando retornó coronándose nuevamente en la Copa Argentina. El ATP de Washington lo tuvo como ganador en el 2010 y ése sería su último logro para la vitrina.
Y si la selección tuvo al Cholo Simeone como su caudillo, capitán y pieza clave durante años, David fue su homónimo en el tenis. Ese estratega que jugaba el día que lo pusieras, que no te iba a dejar mal parado, que iba a entregar todo de sí, que hacía grandes hasta los mismísimos compañeros (sobradas muestras en los dobles nacionales) y que hasta supo jugar desgarrado. Pasaron entrenadores nacionales como Luza, Luli Mancini, Tito Vázquez (con quien no tuvo una feliz relación) y Jaite, que siempre lo defendió como único por sobre cualquier otro nombre. David se quedó con la mayor espina de su carrera al no haber podido levantar la ensaladera. Acariciamos la final frente a España pero no se pudo dar. Éso sería lo más cerca del cielo que supo estar a nivel selección.
Si bien es cierto que su físico le jugó en contra muchas veces, también es destacable su voluntad por estar de cualquier manera, lo que despertó en la gente el reconocimiento, la idolatría y ese contagio que supo transmitir Nalbandian. Por eso hay que agradecerle por ser el primer jugador de Copa Davis siempre y estar predispuesto. Por dejarle bien en claro a Juan Martín Del Potro lo que es la gloria, algo que parece existingirse por estos tiempos. Justamente porque es un valor que no tiene precio, donde no abdundan los billetes verdes de los ATP, Masters o Grand Slam.
GRACIAS DAVID POR TODO!!!